Instagram: La Red Social Más Perjudicial para la Salud

Instagram: La Red Social Más Perjudicial para la Salud

Hoy quiero abrir un espacio distinto, un llamado a la conciencia y a los valores. 

Este mensaje es para quienes estamos construyendo una marca desde el corazón, con propósito, y también para quienes, como yo, alguna vez se han sentido vulnerables frente al mundo digital.

Si alguna vez te has comparado, si te has sentido invisible o te ha costado desconectarte de las redes sociales, este artículo también es para ti y también a quienes son referentes o guías para otros.

Este artículo nace desde la reflexión personal, desde momentos donde me vi atrapada por las redes sociales, por la comparación y por esa sensación de no ser suficiente.

Las redes sociales han cambiado la forma en la que nos relacionamos con el mundo, y también con nosotros mismos.

Ya no se trata solo de publicar fotos o historias, sino de cómo nos afectan emocionalmente esas interacciones digitales. Muchas veces, sin darnos cuenta, nuestras emociones se ven moldeadas por lo que consumimos en las redes sociales.

A veces pensamos que la vida personal va por un lado y la profesional por otro, pero la verdad es que están profundamente entrelazadas.

Lo que sentimos, vivimos o enfrentamos como personas afecta inevitablemente nuestra presencia como marcas, creadores o emprendedores. Y por eso, este tema no podía quedarme callada.

Especialmente quiero hablarles a los jóvenes, que atraviesan etapas de emociones intensas, de descubrimiento, y que están formando sus criterios y su identidad. Y también a sus padres, tutores y adultos responsables, que tienen la oportunidad de acompañarles con presencia y ejemplo.

Instagram y su impacto en la salud mental.

De acuerdo con estudios de la Royal Society for Public Health y la Universidad de Cambridge, Instagram es considerada una de las redes sociales más perjudiciales para la salud mental de los jóvenes.

No sorprende. Instagram está cargada de filtros, de vidas "perfectas", de cuerpos ideales, de rutinas sin errores. Todo parece impecable, exitoso, inalcanzable. Y eso, cuando no se tiene una base emocional fortalecida, puede desencadenar ansiedad, depresión, baja autoestima y sentimientos de insuficiencia.

Instagram genera un entorno donde la validación externa se vuelve la regla. El número de likes, los comentarios, los seguidores... todo se convierte en una métrica que afecta la percepción de uno mismo, especialmente en adolescentes y jóvenes adultos.

Las dos caras de la moneda.

No se trata de satanizar Instagram ni ninguna red, sino de mirar sus dos caras. Lo positivo también está presente: conexiones valiosas, inspiración, educación, negocios que crecen. Pero hay que hablar también de lo negativo, de esa presión constante por mostrarse de una forma que muchas veces no es real.

Instagram ha permitido que muchas marcas personales crezcan, que mensajes importantes se difundan, pero también ha amplificado el perfeccionismo tóxico. Mostrar solo lo bueno no es real, y eso afecta directamente la salud mental de quienes consumen contenido sin filtros emocionales.

Ahí es donde entra la importancia de fortalecer desde el seno de la familia el amor propio, la autoaceptación y el pensamiento crítico.

El contraste: YouTube como red positiva.

En comparación con otras redes sociales, YouTube se percibe como un espacio donde el contenido suele ser más reflexivo y menos superficial. Esto no significa que sea perfecta, pero sí ofrece oportunidades diferentes para quienes buscan un uso más consciente de las redes sociales.

Curiosamente, en el mismo estudio se reveló que YouTube es percibida como la red social con más impacto positivo en la salud mental de los jóvenes. Tal vez por su contenido más largo, más educativo, más humano.

Uso consciente de las redes sociales.

No se trata de eliminar el uso de las redes, sino de aprender a usarlas con conciencia y criterio. Si eres adulto, emprendedor, o responsable de niños y jóvenes, elige a qué creadores sigues, qué tipo de contenido consumes y comparte eso mismo con quienes tienes cerca.

Fomentemos conversaciones sobre lo que vemos en redes. Seamos ejemplo de selección consciente, de vulnerabilidad real, y si es necesario, busquemos apoyo profesional, terapias alternativas o herramientas de bienestar que nos permitan habitar este mundo digital sin perdernos en él.

¿Cómo saber si un contenido no te aporta valor?

A veces no es tan fácil identificar qué tipo de publicaciones o cuentas nos están drenando sin darnos cuenta. Aquí te dejo 5 claves sencillas para ayudarte a filtrar mejor lo que consumes en Instagram (y en cualquier red social):

  • Te genera ansiedad o comparación constante.

Si después de ver ese contenido sientes que no estás haciendo suficiente, que tu vida es muy básica o que necesitas “arreglarte” para encajar… es una señal.

  • Está lleno de críticas, juicios o drama.

Cuentas que viven de exponer, burlarse o polarizar solo generan más ruido mental. La crítica constante no construye, solo desgasta.

  • Promueve creencias limitantes disfrazadas de “consejos".

Frases como “si no te levantas a las 5 a.m. no tendrás éxito” o “solo los fuertes sobreviven” pueden parecer motivadoras, pero suelen estar cargadas de presión y poca empatía.

  • Te deja más cansado que inspirado.

Después de consumir cierto contenido, pregúntate: ¿me dio claridad o solo ruido? ¿Siento calma o agotamiento mental?

  • No conecta con tus valores ni con lo que realmente necesitas ahora.

Hay contenidos que son buenos… pero no para ti. No todo lo que está de moda es útil para tu proceso.

Pequeño ejercicio práctico:
Haz una limpieza consciente de tus “seguidos”. Ve cuenta por cuenta y pregúntate: ¿Esta cuenta me inspira o me exige?¿Me muestra posibilidades o me hace sentir menos?

Si este tema te hace clic, tengo un recurso que puede ayudarte a identificar lo que te está drenando sin darte cuenta. He preparado un checklist gratuito extraído de mi taller de productividad, donde verás los hábitos que más agotan tu energía, entre ellos el uso excesivo de redes sociales. Es una herramienta práctica para tomar conciencia, reorganizar tus prioridades y empezar a poner límites sanos.

Descárgalo aquí: Checklist - Hábitos digitales que ayudan a tu energía.

No se trata de eliminar el uso de las redes, sino de aprender a usarlas con conciencia y criterio. Si eres adulto, emprendedor, o responsable de niños y jóvenes, elige a qué creadores sigues, qué tipo de contenido consumes y comparte eso mismo con quienes tienes cerca.

Fomentemos conversaciones sobre lo que vemos en redes. Seamos ejemplo de selección consciente, de vulnerabilidad real, y si es necesario, busquemos apoyo profesional, terapias alternativas o herramientas de bienestar que nos permitan habitar este mundo digital sin perdernos en él.

Como marca, como persona, como guía.

Cada acción que tomamos en redes sociales también comunica algo de nosotros. No se trata solo de lo que mostramos, sino de cómo nos posicionamos frente a temas importantes. Una marca coherente también se construye con decisiones conscientes sobre el uso de las redes sociales.

Hablar de esto también es parte de mi marca. Porque no todo es planificación, contenido y estrategia. También se trata de bienestar, de coherencia y de aportar desde el ejemplo. Cada uno decide cómo usar las redes sociales, pero si algo puedo dejarte hoy es esto: usa las redes, pero no permitas que ellas te usen a ti.

Gracias por estar aquí. Y si este mensaje tiene sentido para ti, compártelo con alguien que lo necesite :)

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